Centésima segunda graduación de la UCA

 

Competentes y comprometidos

 

María José Martínez Mejía
Graduada de la Licenciatura en Administración de Empresas

 

Honorables miembros de la mesa de honor, estimados compañeros graduados, familiares, amigos e invitados, tengan todos muy buenas tardes. Este acto marca el fin de una de las etapas más importantes de nuestras vidas, y en este final compartimos todos una misma alegría, la alegría de haber culminado con éxito nuestra carrera como licenciados en Administración de Empresas. Un título obtenido como fruto de nuestro esfuerzo, pero que no habría sido posible sin la ayuda de Dios y la Virgen María, sin la guía de nuestros docentes y sin el apoyo que nos dieron nuestros familiares, compañeros y amigos.

Hay que agradecer, pues, a Dios por darnos el don de la vida y la sabiduría que nos ha permitido cumplir con nuestras responsabilidades académicas y culminar con éxito nuestra carrera. Especial agradecimiento a nuestros catedráticos, que transmitieron su conocimiento, compartieron su experiencia y contribuyeron para que hoy estemos aquí, cumpliendo lo que un día fue solo un sueño. Gracias por ser un instrumento que dinamiza la proyección social, promueve la investigación y brinda una formación humana y ética, puesto que estas serán herramientas clave para ser mejores profesionales y agentes dinamizadores del cambio social. Sin duda, desde el año 2020, la docencia se convirtió en un desafío aún mayor, pero gracias al esfuerzo, creatividad y capacidad de innovación de nuestros profesores, la educación nos fue brindada a pesar de las dificultades.

También agradecemos a las autoridades de la Universidad por el liderazgo mostrado en el desarrollo institucional. Al personal administrativo y de apoyo, porque con su trabajo contribuyeron a satisfacer las necesidades que como estudiantes tuvimos durante nuestra estadía en la Universidad.

A nuestros padres, familiares y amigos, por creer en nosotros y apoyar nuestras decisiones. Gracias por todo el sacrificio realizado, tanto económico como moral; por animarnos en momentos de preocupación cuando la carga académica era fuerte; por respaldarnos en momentos de frustración cuando no obteníamos los resultados deseados; por comprendernos en nuestros días de mal humor ocasionado por los desvelos y el cansancio; sobre todo, gracias por compartir la felicidad de este día.

Sin duda este caminar no hubiera sido posible sin ustedes, amigos y compañeros, a quienes hoy puedo llamar colegas. Nos convertimos en apoyo mutuo en las tareas, trabajos y parciales. Gracias por animarnos cuando fallábamos en alguna materia, por ser consejeros en momentos de crisis, por mantenernos despiertos en las noches de desvelo, por ser amigos. Porque la UCA, además de ser nuestra fuente de aprendizaje, se convirtió en el lugar donde nacieron nuevas amistades. Este campus donde compartíamos a diario creó amistades para toda la vida; amistades que durante el último año nos empujaron hacia adelante en medio del encierro y la incertidumbre. Si algo ha quedado claro con la pandemia es la importancia de acompañarnos y apoyarnos, a pesar de la distancia y las dificultades.

Estoy segura de que cuando iniciamos nuestra carrera, nunca imaginamos tener una graduación sin abrazos y con la mitad de la cara cubierta por una mascarilla. Aunque la pandemia haya cambiado muchas cosas, no logró cambiar nuestra ilusión de seguir formándonos, no derrumbó nuestras ganas de alcanzar logros, no frenó nuestro aprendizaje en el último año de estudio, no nos separó del camino que nos trajo hasta aquí.

Esta siguiente etapa de nuestras vidas la hemos iniciado en un momento lleno de retos, pero agradecidos por el privilegio de ser graduados UCA y con el compromiso de enfrentar este nuevo desafío con esfuerzo, empatía y solidaridad. La UCA nos ha dado las herramientas para ejercer como profesionales competentes y comprometidos; ahora es nuestra tarea seguir formándonos, innovar, practicar la justicia social, ser solidarios con los demás, defender los derechos humanos y el bien común.

Como menciona el papa Francisco: “Todos tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro; que sea un espacio para construir sociedad y ciudadanía”. Gracias por compartir esta alegría. Muchas felicidades a todos.

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